
En La Hormiga Verde hemos iniciado un nuevo servicio: recogida y tratamiento de poliespán.
Para ello, lo que hacemos es compactarlo mediante una nueva máquina, con lo que se puede recuperar de nuevo para fabricar nuevo material. Con ello, conseguimos recuperar el 100% del material, y evitamos que acabe contaminando todo. Convertimos un riesgo ambiental en un producto de economía circular.
Si en su empresa o entidad generan poliespán, no dejen de contactarnos, y podemos hacer la recogida gratuita de este residuo.
¿QUÉ ES EL POLIESPAN?
El Poliespán es una espuma de poliestireno expandido o «poliespuma». Es un material plástico celular ligero, formado por pequeñas bolas esféricas huecas que se expanden, como las palomitas de maíz, y se procesan mediante diversas técnicas. Es un polímero sintético que puede adoptar múltiples formas.
Su nombre técnico es poliestireno expandido, «expanded polystyrene», (EPS) por sus siglas en inglés. En España se le conoce también como: Poliexpán, poliespuma, corchopán, corcho blanco, corcholina, forespán, poliespán, poroexpán, porexpán o techopán.
La naturaleza del EPS es de un solo uso, y ocupa una cantidad desmesurada de espacio. Su forma quebradiza hace que se rompa fácilmente en trozos diminutos y se disperse muy fácilmente. Un problema considerable, no solo cuando los usuarios lo «desechan», sino también, cuando el clima, la naturaleza y las máquinas excavadoras arrastran los residuos o desechos en los vertederos.
PROBLEMAS QUE CAUSA EL POLIESPAN
El Poliespán es un residuo que crea muchos problemas, ya que por un lado ocupa muchísimo volumen (todos nos hemos encontrado muchas veces poliespán en los contenedores de la basura), y por otro lado no se degrada, con lo que genera mucha contaminación. Por desgracia, es el «residuo perfecto» al hacer mucho daño a nuestro entorno.
En su gran mayoría el material es vertido o tirado al medioambiente. Y como el poliestireno es químicamente estable, no es biodegradable y ni siquiera las bacterias, ni los microorganismos se alimentan de él, es una catástrofe medioambiental que perdurará en el tiempo. El poliestireno tarda aproximadamente entre 500 años o más, según sea el caso, en descomponerse. Una vez tirado o desechado, este material ligero es arrastrado fácilmente, esparciéndose por calles, avenidas y masas de agua, obstruyendo los desagües pluviales.